sábado, 10 de noviembre de 2007

para ti

Querido Papá:
Sé que es bastante cobarde de mi parte escribirte hoy, que ya no estás con nosotros. Para ser sincera, ya que no estás con ellos, yo nuca te sentí conmigo. Estoy muy consciente de que suena súper fuerte el decir que nunca te sentí conmigo, pero es la pura y santa verdad. No recuerdo si alguna vez pude sentarme a conversar contigo y ser yo la que tuviese la iniciativa, eras tú quien comenzaba las conversaciones, que siempre terminaban en lo mismo, me terminaba convenciendo de que era yo la equivocada. De una u otra forma sentía que tú tenías toda la razón, aunque no fui capaz de reconocerlo.
Me haces falta, y desde que tengo memoria que me haces falta, mentiría si dijiera que era tu culpa el no haber podido sincerarme contigo, ya que soy yo el problema, en mi ser hay algo que me impide decirte lo que de verdad siento o sentí en algún momento de mi vida.Te quiero agradecer la paciencia que tuviste con mi madre, sólo si reconoces que eras tú el culpable de sus malos humores (a veces), la verdad es que te admiraba mucho, nunca me levantaste la mano, eso aunque no lo creas, te lo agradezco en el alma. Sé que te van a echar de menos, yo lo dudo, siempre te he tenido más presente en mi corazón que en persona.
A pesar de todo, eras un gran hombre, que con el tiempo fue perdiendo encanto, pero eso fue porque tu fortaleza se fue agotando, ese maldito carácter que te hacía guardarte lo más importante, lo que tú sentías, lo que querías. Muchas veces quise ser parte de tu vida, pero no me lo permitiste, creo que yo hice lo mismo. Me gustaría hacerte un par de preguntas, sobre cosas que espero estar equivocada, (de verdad espero estar equivocada), siempre sentí que fui el error más grande que cometiste ¿Fue así? Todos los días sufría pensando en que tenías otra mujer ¿La tenías? Siempre quise saber qué sentías por mi madre ¿De verdad no sentías nada por ella, y te quedaste en la casa por nosotros? Un par de veces, cuando no estabas en tu sano juicio, me dijiste que estabas orgulloso de mí ¿De verdad lo estabas?
Ya no estás y creo que moriré esperando alguna respuesta.
Me encantaría haber podido despedirme de ti, haberte mirado a los ojos y decir “te quiero mucho”, me arrepiento de no haberlo hecho antes. Dicen que nunca es tarde, y no sé si ahora lo sabrás, pero de todos modos, te quiero y te quiero mucho, eras lo más importante de mi vida, eras uno de los hombres a los que más admiraba, y siempre estuve muy contenta de ser tu hija.Creo que aquí termina mi carta, lo único que me queda por decirte es que lamento el que no me hayas entendido, éramos tan parecidos, y nunca lograste entenderme.
Te quiere.
Tu hija.

No hay comentarios: